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Narrador: Nuestra vida fuera del útero comienza con un profundo cambio fisiológico. Diez segundos después de tu nacimiento, tu cuerpo cambia para siempre. Antes del nacimiento, tus pulmones están llenos de líquido. Tu cuerpo recibe el oxígeno necesario a través del cordón umbilical de tu madre. Tu madre respira por ti. Pero segundos después de nacer, cuando el cuerpo detecta el cambio de temperatura y la exposición al aire, se produce una poderosa reacción en cadena. Es hora de hacer el trabajo tú solito.
Tus pulmones se vacían de líquido y tomas tu primera inhalación de aire, tu primera respiración. Tu sistema nervioso central reacciona a este cambio repentino, enviando una onda expansiva de reacciones en cadena por todo el cuerpo mientras comienzas a adaptarte. Tu primera respiración inicia un proceso inconsciente que tus pulmones continuarán por el resto de tu vida.
Anthony: Hola, soy Antonio Esser. Soy estudiante de maestría en consejería clínica de salud mental en la universidad de San. Buenaventura.
La razón por la que la respiración es tan especial es por el hecho de que con esa respiración comienza la vida, y que también está en el mero final de nuestra vida. La respiración es uno de los signos más visibles y contundentes de que la vida está presente o de que la vida nos ha dejado. Y creo que hay algo súper humano en la respiración, que nos indica cosas como la vida y la vitalidad.
Narrador: Respirar es un proceso biológico fascinante. En una sola respiración pasarán por tu nariz más moléculas de aire que todos los granos de arena de todas las playas del mundo. Son billones y billones de moléculas. Y si estiráramos todos los tubitos en las vías respiratorias de tu cuerpo, alcanzarían más de 2,400 kilómetros.
Pero respirar también es una acción medio pasiva. Nuestro diafragma, ubicado debajo de nuestra cavidad torácica, se relaja hacia abajo permitiendo que nuestros pulmones se abran. Esto provoca una disminución de la presión que permite que el aire entre en nuestros pulmones.
La respiración es uno de los pocos procesos de nuestro cuerpo que suele ocurrir de forma inconsciente, pero que también se puede controlar de forma consciente. Normalmente no decidimos respirar. Cada uno de nosotros toma más de 25,000 respiraciones en un día, ya sea que lo decidamos hacer o no. Pero sí tenemos una relación con nuestra respiración.
Nuestra respiración es vista como sagrada en varias religiones. Muchos equiparan la respiración con el alma de un individuo. Platón pensaba que la respiración era un proceso de todo el cuerpo, no solo de los pulmones. Y durante mucho tiempo, el no respirar, o dejar de respirar, era la señal fisiológica principal de que alguien estaba muerto de verdad. Pero al igual que los peces no piensan en el agua, no solemos pensar en el aire. Hasta que nos hace falta o se nos acaba.
Aunque respiramos inconscientemente, hay situaciones en las que pensar en tu respiración puede ser muy útil.
En el ejército, por ejemplo, los soldados usan la llamada respiración de caja para controlar su respuesta de lucha o huida en situaciones de alto estrés. Inhala por cuatro segundos, sostén por cuatro segundos, exhala por cuatro segundos, sostén por cuatro segundos. Haciendo como una caja.
Wim Hof, también conocido como el ‘hombre de hielo’, es una especie de gurú de la respiración. Él promueve una práctica de respiración intensa combinada con una terapia de frío extremo. Dice que la respiración, también conocida como trabajo de respiración, puede cambiar nuestro sistema inmunológico, el sistema nervioso y nuestra capacidad para manejar el estrés y los entornos extremos. ‘El hombre de hielo’ regularmente hace videos de sí mismo caminando en la nieve descalzo y sin camisa.
Anthony: No conozco todo acerca de la historia de la forma en que hemos respirado y meditado los seres humanos, pero, estoy seguro de que hay una tradición muy rica allí, y sé que en la investigación actual, en psicología y salud mental clínica e incluso en la neurología, definitivamente se ha afirmado el impacto que tiene la respiración regulada o la respiración diafragmática, esa en la que como que estás empujando tu barriga hacia afuera, respirando profundamente y que puede servir para reducir los niveles de estrés, aumentar el enfoque, todo ese tipo de cosas.
Narrador: La respiración puede cambiar cómo nos sentimos, o alterar nuestras capacidades físicas.
James Nestor, en el libro “Aliento: La nueva ciencia de un arte perdido” afirma que cambiar la forma en la que respiramos puede aumentar nuestra calidad de vida. Dice que respirar por la boca es un mal hábito evolutivo que hemos desarrollado y que causa un montón de problemas tanto físicos como mentales. “Cambiar la forma en la que respiras”, dice Néstor, “puede ayudarte a vivir más”.
En griego, la palabra pneuma significa aliento, viento y espíritu. En la Biblia, se habla del espíritu de Dios en hebreo como Ruah, o el aliento de Dios. El espíritu de Dios flotaba sobre las aguas antes de que se creara el mundo.
Cuando Dios creó a Adán, la Biblia dice que “sopló en la nariz de Adán el aliento de vida”. Es fácil ver por qué algo tan esencial para la vida como la respiración ha sido visto como algo sagrado a lo largo de la historia.
Anthony: ¡Claro, que hay algo sagrado en eso!
Que la vida, esa asociación con la vida, nos llena de aliento y que, parece una de las formas más evidentes en que podemos sentir el aliento que nos mantiene en marcha y nos alimenta para vivir. Y pensamos en ese don de la vida de Dios. Creo que de esa manera asociar eso, ese aliento…asociamos ese regalo de vida de Dios con el aliento.
Narrador: Si no solo somos cuerpo, sino también alma, ¿cuál es el aliento que nos mantiene vivos? ¿No sería el aliento de Dios, el Espíritu Santo, el aliento mismo de la vida cristiana? El aliento de vida que anima no solo nuestros cuerpos y nuestras almas, sino también nuestra relación con Dios.